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viernes, 16 de abril de 2010

México divido

• Homologación de policías municipales y crear una sola policía que sea nacional

• Grupos de elite capacitados y preparados para prevenir el delito

 
El clima de violencia que se vive en algunas regiones del país, como parte de la guerra contra el narco por parte del Gobierno federal de Felipe Calderón, desde el inicio de su administración ha dejado un gran parte de guerra cotidiano de ejecutados que hay que ser realistas tan sólo en el mes de marzo hubo más de 958 ejecutados un promedio de 30 personas al día, en lo que va del sexenio suman más de 18,757 las bajas han sido entre elementos del ejército y la marina, sicarios, así como de las corporaciones de seguridad publica tanto estatales como municipales, pero también de civiles que tuvieron la mala fortuna de estar en el lugar y hora menos indicados.

La tropa dando la batalla y los retenes violatorios del libre transito

 

Crímenes como los de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde jóvenes que se encontraban en una fiesta fueron acribillados, y donde el argumento sobre la matanza fue “eran jóvenes pertenecientes a pandillas” dicho por el Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, de gira de trabajo por Japón; el homicidio de estudiantes del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, ocurrido en la ciudad de Monterrey confundidos por el Ejército Mexicano como sicarios del narco, el asesinato de jóvenes en Durango, son tan sólo la estela de fatalidad que ha dejado la guerra contra la delincuencia organizada y a ello debe de aunarse el clamor desesperanzador de la ciudadanía en su conjunto, de madres y padres que han tenido la desafortuna de perder a un miembro de la familia que se encontraba en el lugar y hora equivocada cuando sucedido el enfrentamiento entre delincuentes y fuerzas públicas.


Puesta en marcha de un megaoperativo para Ciudad Juárez o tapamos el sol con un dedo 

La belicosidad con la cual están actuando los grupos de delincuencia organizada, comienza a ser alarmante, enfrentamientos a plena luz del día y en calles y avenidas principales de muchas ciudades del país. Bloqueos o cierres totales de entradas a las ciudades, casos como Monterrey, Nuevo León o Reynosa, Tamaulipas, y la paulatina salida del Ejército de Ciudad Juárez, Chihuahua, con el pronto relevo de la Policía Federal Preventiva, quien realizara patrullajes por zona hasta entregar el control de la ciudad a la Policía Ministerial.


Imagen de cualquier ciudad del país que vive la violencia de la guerra contra la delincuencia organizada

Cuerpos decapitados, en Guerrero, Michoacán, Guanajuato y en algunos municipios del Estado de México, así como con el tiro de gracia en Xochimilco, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, en el Distrito Federal, son tan sólo algunos mensajes más la aparición de narco mantas en el resto del país con amenazas al Ejercito Mexicano, e incluso al Gobierno Federal y con mensajes dirigidos a líderes de bandas contrarias de narcotraficantes. Aquí hay que ser muy precisos y aclarar que no es que México, se esté colombianizando como ocurría en ciudades de Colombia como Cali, Medellín, entre otras donde los carteles de las drogas luchaban por el control de territorios; ni es que México, como nación se esté convirtiendo en un estado fallido en donde las instituciones con que cuenta no estén dando resultados sino por el contrario el problema de la violencia y la inseguridad se ha vuelto un asunto regional o territorial la cual sucede en determinados puntos del país, y que requiere de soluciones drásticas y reales demostrar el peso de la autoridad y incentivar la inversión pública y privada así como la creación de empleos. Además de hacer un diagnostico y una radiografía de la situación que priva en el país, sin tintes partidistas, y totalmente fuera de toda politiquería que escuchamos en el discurso oficial y que no ayudar en nada.


Ciudad sin ley, Bienvenidos....

Aquí hay dos aspectos importantes de mencionarse el primero el combate que está dando el Ejército mexicano y la Marina en los distintos frentes de batalla contra el crimen organizado, así como la Policía Federal Preventiva que comienza a tomar la estafeta que le turnan las fuerzas armadas en distintas ciudades del país para ocuparse de tareas de patrullaje y prevención del delito. El segundo aspecto sería el reclamo generalizado de la sociedad en su conjunto a lo largo y ancho del territorio nacional, al demandar el cumplimiento de la ley, y el respeto a los derechos humanos por parte de la autoridad ya sea a nivel nacional y estatal así como municipal, y que los gobernantes se comprometan de tajo a erradicar la inseguridad que se vive día a día; y no es con marchas de ciudadanos prefabricadas por la autoridad como sucedió hacer unos días en Monterrey, por parte del Gobernador del estado de Nuevo León, Rodrigo Medina, donde este no tiene que manifestarse él, sino la sociedad tiene que exigirle que cumpla con brindar seguridad, y no armar un circo romano con 20 mil personas marchando y además el líder del PRI en el estado no debe de descalificar que aquel que no asista a la marcha convocada por el gobernador es un traidor o estar a favor de la delincuencia.

También debe de cuestionarse las declaraciones hechas por el Presidente de la República, Felipe Calderón, de que “es una minoría el crimen organizado” y que la lucha se está dando para recuperar la paz y tranquilidad de los mexicanos, o las envalentonadas del Secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont, de “los estamos esperando señores delincuentes” y la insensibilidad expresada en los hechos sucedidos en Ciudad Juárez, Monterrey y Durango, estudiantes muertos al ser confundidos como sicarios y familias que son víctimas de falsos retenes.

Si es una minoria entonces porque tanta violencia “¿que proponen que cambiemos de estrategia que les permitamos el paso a la delincuencia?”

Y la insensibilidad del Jefe del Ejecutivo, Felipe Calderón y del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont al referirse a los sucesos ocurridos y mostrar su molestia al cuestionárseles el cambio de estrategia contra el crimen organizado y manifestar de forma retadora por parte del Presidente Calderón ante empresarios inmobiliarios “¿que proponen que cambiemos de estrategia que les permitamos el paso a la delincuencia?” No es el cambio de estrategia ni el plan para combatirla sino el ser realmente realistas así como sensibles y aceptar que la inseguridad no se va a terminar en este sexenio sino que es un proceso a largo plazo y que quizás es necesario no estar dando declaraciones desafortunadas e inoportunas de que vamos a ganar, porque la ciudadanía no ver que se esté ganando es otra la percepción del ciudadano.

¿Valentonada acaso? Los estamos esperando metanse con la sociedad... no me ayudes compadre

Ni tampoco como se ha dicho en diversos foros debe de pactase con la delincuencia y hacerse de la vista gorda, para dejar que las cosas continúen como hasta ahora. Lo que se requiere es aplicar la ley y depurar a las policías de todo el país, además de aplicar penas más severas para los delincuentes y remodelar el sistema penitenciario, es decir cárceles donde se purguen condenas y no escuelas de profesionalización del delito, donde los delincuentes cambian de actividad si antes se dedicaban al robo, salen y se dedican al narcotráfico o a extorsionar y secuestrar, etc. Es por ello que es necesario reorganizar el sistema carcelario donde cada cárcel para delitos específicos, y no mezclar a los delincuentes de delitos comunes con delincuentes de delitos federales, como sucede hoy en día.

Hay muchos intereses creados en lo referente a la delincuencia organizada y combate a la inseguridad y temas no nada más es el tráfico o distribución de drogas, así como el consumo de drogas ya sea cocaína, mariguana y drogas sintéticas, también el tráfico de armas y de personas, y el obtener ganancias por actividades ilícitas como el secuestro en sus diversas variantes entre otras; sin embargo si se puede tener éxito en la guerra anticrimen, al sostener reuniones entre diversos jefes de Estado ya sea de Latinoamericana, Europa, Asía, y de cualquier región del mundo, para buscar aplicar mecanismos de combate ante este fájelo que es la inseguridad que se vive en diferentes sociedades del mundo.
En la pasada Reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), se aprobó de forma unánime proponer la homologación de las policías municipales y crear una sola policía que sea nacional; es decir una sola policía para todos los estados sin distingos partidistas ni económicos o sociales. Decir quién fue el padre de la propuesta no viene al caso, y por más que alguien se la quiera adjudicar es una irresponsabilidad y es mezquino, lo importante es que se dio un primer paso para la creación de una policía única nacional, pero debe buscarse la profesionalización de esta, si tomar a todos aquellos elementos de probada honestidad y eficiencia de las corporaciones municipales y estatales, para depurar a aquellos que no cumplan con el perfil deseado. Esta propuesta ahora estará en manos de los legisladores ya sea a través de la Cámara de Diputados y el Senado de la República, para su estudio y puesta en marcha, démosle tiempo para su estudio y discusión así como pronta aprobación.

Legalizar los delitos como el consumo de drogas, no es la solución, y mucho menos es lográndolo con la instalación de más retenes y militares en las calles, que los retenes son violatorios de las garantías individuales y cualquiera poner un reten y con militares en las calles pues no se reduce la precepción de la ciudadanía de que va a la bajar la inseguridad; sino por un lado intercambiando opiniones entre pares. Es decir entre los diversos Mandatarios y los encargados en materia de seguridad y en las aéreas de desarrollo social, un ejemplo palpable de que se puede tener éxito en esta lucha lo ha demostrado Colombia.

Colombia, durante las décadas de los años 80´s y 90´s vivió el fájelo del narcotráfico y la violencia desmedida en sus calles, donde su juventud tuvo en una época un futuro desconsolador pues las escasas posibilidades en el mercado laboral eran una constante, además de que el narco reclutaba a jóvenes para que fueran sicarios y también a jovencitas para convertirse en las llamadas mulas para transportar droga a Estados Unidos de Norteamérica, principalmente. Ciudades como Medellín y Cali, vivían la barbarie del tráfico de drogas ya fuese cocaína o heroína, o cualquier otra droga, el clima de descomposición social era tal que todos los días había pérdidas entre civiles o militares y narcotraficantes; mediante planes y programas muy específicos se busco da un combate frontal al narco y a la violencia que se vivía como fue las extradiciones de capos de la droga a los Estados Unidos para ser juzgados, así como la creación de Jueces especiales para juzgar a estos delincuentes, y asimismo la creación de programas y proyectos educativos y culturales para erradicar la violencia de las calles y que la juventud no cayera en manos del crimen organizado.

Tan sólo por citar un ejemplo la ciudad de Medellín, es un ejemplo de ello al crear sus autoridades apoyos para que la juventud continúe sus estudios o buscar la creación de obras culturales y su difusión, y así lograr que los jóvenes no sean blanco de la delincuencia organizada más el buscar una mayor participación de la sociedad y motivar una cultura de la prevención del delito. A ello debe de mencionarse la iniciativa de una campaña mediática y publicitaria de gran éxito acerca de Colombia como es la llamada “El riesgo es que te enamores de Colombia, atrévete” donde se destacar la cultura de cada región del país y los avances en los diversos campos de la vida del país, así como su gente que recibe al visitante con los brazos abiertos.

México debiera de tomar en cuenta las lecciones de Colombia, para afrontar la violencia y el tráfico de drogas, asimismo el ejemplo de Brasil, al crear grupos de elite para combatir y prevenir la violencia y la creación de programas de combate a la pobreza, y las reformas en materia económica y social. El combate a la delincuencia y al clima de inseguridad, no se ha logrado, poniendo a miles de soldados o policías a patrullar las calles, sino por el contrario debe de implementarse el uso de pequeños grupos de élite con acceso a equipos de alta tecnología y a procedimientos de inteligencia. Esto en palabras sencillas, un trabajo de contrainteligencia o de espionaje de cuerpos de seguridad altamente profesionalizados y con tecnología para descubrir a los cabecillas de las bandas de delincuencia organizada, y pueda intervenir sin que la sociedad sienta su presencia de estos, no son guardias blancas, o paramilitares, para nada son grupos de elite con suficientes recursos económicos y materiales para hacer frente al crimen organizado.

En México ya empieza a ver ejemplo de estos grupos de elite, no nos hagamos los sorprendidos, el caso más claro es en el estado de Nuevo León, precisamente en el municipio de San Pedro Garza García, en donde el alcalde Mauricio Fernández, anuncio el trabajo paralelo de uno de estos grupos con la policía municipal, y se refirió a estos como grupos duros para erradicar el narcotráfico, el secuestro y diversos delitos que se comenten en San Pedro Garza, como cualquier proyecto puede tener errores pero son quizás más los aciertos al erradicar al líder de un grupo de secuestradores que tenía en saque a las autoridades y amenazado de muerte al mismo presidente municipal Mauricio Fernández.

No necesariamente tuviese que crearse grupos así como los implementados en San Pedro Garza García, Nuevo León, pero son una probable opción si con ello se lograr controlar la inseguridad, así como el de homologar a las policías estatales y municipales en una sola es otra opción. Pero lo que sí es un hecho es que la sociedad debe de exigir a las autoridades ya sea Presidente de la República, Gobernadores y Alcaldes de las ciudades, así como a legisladores y funcionarios públicos un ya basta a la inseguridad y al clima de violencia que se vive en el país, el ¡ya basta! es unánime y el grito de Alejandro Martí, “sino puedes renuncien, pero no sigan ocupado un lugar y un salario que no les corresponde y que quizás jóvenes deseosos de contribuir a dar soluciones lo harían mucho mejor que ustedes” ya sea Isabel Mirada de Wallace, Eduardo Gallo, y el de millones de ciudadanos que están hatos de la insensibilidad de las autoridades por no terminar de tajo con la violencia que genera el crimen organizado y que se vive en este México nuestro, día a día.

El clima de descomposición social pareciera que se está volviendo una cosa cotidiana y común, vivir con miedo y la falta de sensibilidad de la autoridad es otra, no se eligen gobernantes para calentar una silla o vivir del presupuesto, sino para da soluciones a las demandas de una sociedad que exige una solución ya, y pronta.